lunes, 29 de octubre de 2007

Saltimbanquis

Surcando los recovecos de pieles infinitas
se cuela la luz de entre sus refugios.
De lunares
constelaciones.
Hersépide estas aca
entre tus manzanas de oro.

Por el espacio hasta tu jardín
por la perfección de los cuerpos
Allá vamos
a no apocarse.

Saltando de un celeste a otro
con las manos
con los pies
con los labios
con los codos.
Surcando los recovecos de estrellas infinitas
por la galaxia hasta ahora.

Ahora!

En este momento la verdad ante tus ojos
tus manos, pies, labios, codos.
Un malambo puntilloso
estrecruzado.
Juegos de destreza malabar
entre ambos.

Saltimbanquis del cuerpo
y sus centímetros
sus kilómetros y metros.
Viajando por el espacio hasta tu jardin.
Ahora!
por la perfección de nuestros cuerpos.
Allá vamos.







-AG-

domingo, 28 de octubre de 2007

Clase de dibujo

Una clase con la Performer Carmen Cachin como modelo. Collage de Esteban Rizzi y profe Sandra Mutal.










Carmen Cachín: http://www.cachinada.blogspot.com/













martes, 23 de octubre de 2007

Fotos Flasshhh #5

Q groso. Esa parte de comodidad hogareña que estaba ausente volvió al fin. De nuevo conectado a la red intergaláctica de computadoras vuelvo a adobar mentes curiosas, caídas a este espacio como por un zig-zag azaroso, con material de calidad y nutrientes del flash de creatividad y originalidad que todo ser humano digno gesta de a poco consumiendo esto y demás menús.
Conectándose, arte al plato.


Fotos variadas que quedaron colgadas. Bah, la mayoría nuevas. CyasS







- Fotografías -






- Sin título -







- Manzanas flotantes -





- Flash, neon, luces del centro-






Click pa agrandar!
- Cabeza de departamento II -






- Sol -






- Barras -






- Luzes de color -






- Sinfonía funk -







- Eclipse -









- Eclipse II -






- Literalmente: mar -








- Desvío mental -








- Frutos del bosque -




- Madre -










AG

jueves, 11 de octubre de 2007

El psicólogo

Posteo lo último que escribí y que andaba por ahí rodando perdido. En la aparente abstracción de algunos fragmentos recide lo más importante. Tenía ganas de moquerear un cuento, pero en el fondo ahí existe mucho sentido para entender la trama y bueh q se yo. Basado en un cadáver exquisito entre consumidores de Pedro, un loco de la facu de letras, y otros batracios..

PD: gracias vero y sugus por comentar por estos lares!











- El Psicólogo -
Por qué no estamos en Otoño?



- Así es, licenciado, este problema incide en mí cada vez más, y afecta mis relaciones con otros. Hasta me quita tiempo, incómodamente, este infeliz.

- Lo escucho.

- Resulta que mis problemas con la gravedad continúan, peor aun, cada día se agravan más.

- Otra vez con eso, Perez?

- Otra vez, pero ésta tiene que ser la última. Usted me tiene que ayudar.

- Mhh..

- Sucede a cualquier hora, sin causa aparente: de pronto me encuentro en el banco y zas! pierdo todo sentido de la gravedad y salgo flotando. Luego deben bajarme con escobas y cosas por el estilo. Es realmente degradante.

- Me imagino.

- O tal vez esté dando una caminata por el parque y sucede, sin previo aviso. Entonces debo aferrarme a algún pino para no terminar en las nubes! Figúreselo, ya no salgo a caminar de día, con la gente alrededor. Sabe lo que sería sino? yo no tengo por qué ser el circo de nadie.

- Qué terrible.

- Sabe lo que es estar ayudando a mi único hijo con sus tareas del primario y de pronto hallarme en el techo junto a sus globos de helio? Mire a lo que me ha reducido... es realmente embarazoso.

- Lo que tiene que entender usted es que se puede controlar eso. Usted puede, todos lo hacemos cada día.

- Eso me deja más intranquilo... no tiene alguna pastilla que pueda darme, algo?

- Vamos a seguir con las pastillas de siempre, y con el tratamiento que venimos llevando.

- Uh... ese?

- El mismo. Vamos. Sienta el peso de sus párpados, se concentra en un punto, un punto fijo en su mente. Respira lento.

- Es que ya ni sé qué pretendía curar con eso! Siquiera recuerdo por qué vine en primera instancia. Y quiero mi mamadera.

- Concéntrese en el punto, por favor.

- No! ..Y no apagues la luz!

- Concentración! ...vamos más adelante. Qué pasó ese día, hace 30 años?

- Conocí al viejo de la bolsa.

- Por favor...

- Sí, sí lo conocí, en serio! Y está ahí sentado!


Hubo una pausa y sólo se oía la escritura del psicólogo en su libreta. Al rato, al levantar la vista, su diván ya estaba vacío. No así el techo.

- Pero qué barbaridad! Disculpe, por favor!

- Tenga cuidado con el cielorrazo, lo pusimos la semana pasada! ..escuche, a la cuenta regresiva de tres, oirá el chasquido de mis dedos, entonces volverá a ese diván, y actuará normalmente, como un adulto decente. Tres...

- Bueno ahora me agarro de la cortina y bajo, señor.

- Dos...

- Ahí! Casi la tengo.

- Uno...

- La puta madre!

- A donde va, Perez! vuelva! despierte!...

Una ráfaga de viento abrupta absorbió todo lo que flotaba en el aire. Él pasó por la ventana abierta, abandonando el lugar. A la altura del séptimo piso un hombre yacía a la merced del viento, como una hoja.

- Pero qué barbaridad, pero qué barbaridad.. por qué no estamos en otoño?! - Repetía.


Una corriente de aire caliente lo tomó por sorpresa. Abajo, las viejas maldecían al noticioso y entraban sus repoceras. Mientras miraba a todos lados buscando sin esperanza un Secuoya gigante, Perez recordó tener su celular a mano para hablar a su mujer.


- Hola, amor. Disculpame, voy a llegar tarde a casa hoy.

- Qué paso?

- Y... un problema acá en el trabajo, nena, nada grave.

- En el trabajo a esta hora? Mirá que se te enfría tu mamadera...

- Sí, sí sé. Disculpame amor.

- Mira, acá hay mil facturas para pagar, las pasan por debajo de la puerta, que ya no abre. Y tu hijo necesita las llaves del auto. Quién escondió las llaves? Y nuestras sabanas verde-amarillas están sucias, amor.

- Uh, bueno... voy volando, llego en tres minutos, junto con el chasquido.

- Bueno, pero tenemos que hablar de hombre a hombre: hoy el perro se comió todo el pasto de la casa, que lo tenés que cortar porque está largo. Y traé plata para las expensas, que ya están por el cielo. Y forros, que ya viene el cartero. Llevaste tu rompevientos? Mirá que está por llover. Te apago la luz?

–No, no me apagues la luz.

- Y cuidado con el viejo de la bolsa. Nunca pensé que el perro fuera tan buen amante; pero lo tenés que cortar por que está largo. Así que terminaste la primaria? Dichoso; ahora tenés que trabajar! Pero conseguiste trabajo? No. Ultimamente estás en las nubes! no te ocupas de nada! Yo y tu madre no te vamos a bancar toda la vida.

- Si, si, lo sé. Pero es que este problema incide en mí cada vez más, y afecta mis relaciones con los otros y hasta me quita tiempo, incómodamente, este infeliz.

- Basta! ¿Por qué te vas siempre por la diagonal?

- Por que te la voy a poner cruzada. Chau!


Enardecido hombre en ascenso. La señal del teléfono todavía no se extinguía del todo, a la vez que sonaba el recordatorio de llamado.


- Licenciado, ¿cómo anda?

- Bien. Tenga cuidado, allá arriba también llueve. Escuche, su billetera ¿dónde estaba? La cambió de lugar..

- En el portafolio, junto a las cartas sin remitente, dentro de la bolsa negra. La guardé ahí por seguridad.

- ¿Me puede repetir el código de la tarjeta? Siempre me lo olvido.

- 5321.

- Gracias, que tenga un buen día.

- Disculpe...

- ¿Sí?

- Hágame la gauchada, a mi esposa se le están terminando las pastillas del tratamiento...

- No se preocupe en lo más mínimo. Yo me encargo de ese tratamiento especial.

- Gracias.


Perez siguió en ascenso. A la semana, el perro estaba más largo que nunca. El psicólogo se arropaba entre sábanas verde-amarillas habiendo desplazado al cartero.

Recién complacido, capta en el nuevo cielorrazo del dormitorio: un mosquito.

- No importa, sale por la ventana...











-AG-