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Despierta entre suéteres y camuflajes. Procede zigzagueando como si poseyera peso para desequilibrarse, como una idea. Gesticula, se acomoda. Se expande dentro de su propio cuerpo: el mío. Listo. Me mira sin saber si es de verdad. Adelante. Camina, es el hereje ideal: caracol, espiral. Ahora sangre, ya es de hueso. Ya se desarma y arma, y se desdobla como un ciervo. Explota. Y huye, o se integra al éter comprometiéndose al desierto, o no. A ser aunque sea polvo, mientras yo desaparezca.
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2 comentarios:
Hola, pasé después de mucho tiempo por acá a entretenerme un rato!
Me gustó la "madera transparente brillando por el recuerdo de los bosques en su interior"... tendrán memoria? Seguro que sí.
Saludos!
Jaja, un pequeño concepto robado del maestro jujeño, Ernesto Aguirre, de poesia lacónica y perfecta.
LUSTRANDO MUEBLES
De tanta lluvia
en su memoria de bosque
la madera brilla.
CUANDO EL MONTE RECLAMA SUS ÁRBOLES CAIDOS
Este escándalo
de ramas
y hojas tiernas
es mi cama
y su nostalgia
de árbol.
Deberé
dormir entre pájaros.
MADERAS DEL NORTE S.A.
Se llevan árboles.
Nos dejan sombras
a plena luz.
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